Es vox populi la tremenda importancia que representa para la
salud de nuestro organismo un buen cuidado bucodental. La limpieza diaria de
los dientes evitará que entren bacterias y perdamos defensas que puedan
producir un amplio catálogo de enfermedades, pero ¿sabemos apreciar la
importancia de tener una dentadura completa?
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Importancia de la visita al Dentista |
Tal vez la mayoría de nosotros no le de el valor que tiene
el poseer todas las piezas dentales y piense que es solo un factor estético,
que lo es y mucho, posiblemente el primero y más destacado, pues los problemas
psicológicos de la falta de piezas dentales se dejan ver ampliamente en los
estados de ánimo, ya que no son pocas las personas que no se atreven a sonreír
por este defecto. Defectos no solo estéticos, sino que también pueden
presentarse en forma de dificultades a la hora de hablar, problemas al masticar
que derivan en enfermedades estomacales, aumento de la cantidad de caries…
Motivos por lo que es fundamental reponer las piezas dentales perdidas
Los problemas a los que vamos a tener que hacer frente al no
tener todas las piezas dentales son, además de las ya mencionadas, por ejemplo,
el riesgo a que las demás piezas dentales sufran más daños, y es que, al faltar
un diente, el resto va a soportar, inevitablemente, una mayor carga de trabajo,
lo que va a hacer que se resientan, produciéndose posibles daños tanto a la
raíz como al esmalte y fomentando el acceso de las bacterias. También dará
lugar a la aparición de deformaciones en el conjunto de la estructura dental,
lo que a su vez puede producir enfermedades como la periodontitis o la
gingivitis, con la lógica aceleración de pérdida de otros dientes.
Como hemos referenciado brevemente, la masticación se verá
gravemente afectada, puesto que el esfuerzo que diariamente se viene realizando
se sustenta en la fuerza del conjunto de todos los dientes, es decir,
utilizamos las paletas dentales laterales para ganar en firmeza, fuerza y
eficacia en el momento de morder. Si existen huecos, el apoyo de estos dientes
se verá menguado y la dentadura tenderá a modificar su posición, sufriendo
fuertes desplazamientos en el resto de las piezas dentales, inclinándose hacia
el sentido del esfuerzo.
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Prevenir antes de curar |
En ese sentido, la mala masticación va a provocar una mala
digestión posterior que puede derivar en procesos infecciosos de diversa
gravedad. Y es que la función de la dentadura es triturar para facilitar la
labor digestiva, y cuando alguna pieza falta este trabajo no se completa, por
lo que la capacidad que posee el intestino para absorber se ve reducida
notablemente y por tanto no se realiza adecuadamente la asimilación de los
nutrientes que nuestro organismo necesita para llevar un desarrollo completo
que nos garantice energía y vitalidad en el día a día.
En general, que nuestra boca carezca de alguna pieza dental
va a provocar al pasar el tiempo que la dentadura sufra contracciones, esto
causará problemas de diversa índole en la estructura ósea, repercutiendo
seriamente en la estética de la persona afectada con un envejecimiento precoz
del rostro, apareciendo arrugas en las mejilla y alrededor de la boca que
terminará ofreciendo el llamado “perfil de bruja”, además de un acelerado deterioro
de la dentadura en su totalidad y una persistente tendencia en las encías a
enfermar.
También hemos mencionado al principio de este artículo la
pérdida de capacidad al pronunciar ciertas palabras y sonidos, dificultando
seriamente las relaciones sociales y profesionales, sobre todo para grupos
específicos en los que el diálogo forma parte de su profesión.
La pérdida ósea puede llegar a ser alarmante, pues cuando no
hay dientes en el hueso que lo soportaba y que forma parte de la mandíbula,
este tiende a encogerse debido a la falta de ejercicio proveniente de la masticación
al que está acostumbrado y para el que está preparado, por lo que va perdiendo
superficie, tanto en altura como en anchura. Esto provoca además que la encía
que lo cubre también se encoja, creándose una concavidad donde van a parar los
restos de los alimentos, favoreciendo la aparición de las caries. También sus
raíces quedan expuestas en el exterior a las diferentes infecciones.
La falta de piezas dentales puede producir también dolor
facial, dificultad al morder y al masticar, dolores de cabeza y de oídos y
disminución de la capacidad natural de abrir o cerrar la boca. Por todo ello es
imprescindible sustituir cualquier pieza dental que haya desaparecido por
cualquier causa, ya sean muelas o dientes, ya sea por golpes o por un mal
mantenimiento lo antes posible, pues que tengamos todas las piezas dentales en
nuestra boca es fundamental.
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